No tengas miedo de elegir como esposo o esposa a alguien con quien tendrás que comenzar desde cero. Una de las satisfacciones más grande en la vida es el construir junto a tu cónyuge tu reino desde sus cimientos. Ser parte de los tiempos de esfuerzo, de lucha, de trabajo y de necesidad como de los tiempos de prosperidad. Ser capaz de proveer fuerzas a tu amad@ cuando tú mism@ no tienes ni ánimo para continuar. Es una bendición ser protagonista principal de los éxitos de tu pareja, y que sus logros también sean los tuyos. Poder mirar hacia a tras y ver que de NADA Dios les dio TODO!

Espos@s, agárrense de Dios y su palabra y atrévanse a entregarlo todo por la construcción de sus sueños. Créanme, en este proceso de entrega, el Esposo reconoce a su ayuda idónea y Él mismo la coloca en una posición de estima, tanto en su corazón como en público. Y la Esposa reconoce a su proveedor y protector y decide sujetarse y colocarse como corona suya. Dios los va a utilizar a ambos para conceder los deseos del corazón de cada cual!!! Pero para que esto suceda no se le puede temer a comenzar de cero! Un buen candidato o candidata para esposo o esposa no se debe medir por los bienes que posee, sino por su actitud de querer prosperar en la vida y esto debe ser tanto en lo material como en lo espiritual. Tu decisión de emprender una familia con alguien no debe ser por lo que tiene sino porque DECIDISTE amar. 

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¿Cuál será la percepción de tus hijos sobre el matrimonio? ¿Qué ideas tendrá en su mente respecto a su futuro esposo o esposa? Lamentablemente muchas personas llegan al matrimonio y no conocen su posición dentro de su nueva familia. También desconocen lo que merecen recibir y como deben ser tratados. Una de las razones por lo que esto ocurre se debe a la enseñanza de que la figura de papá y mamá es la única que brinda un amor que será incondicional en sus vidas. Si bien es cierto que los padres desean expresar cuan infinito es su amor por sus hijos, también es cierto que deben tener mucho cuidado de como educan al respecto. Una cosa es dejarles saber a sus hijos que cuando lo necesiten papá y mamá estarán ahí para ellos y otra muy distinta es enseñarles que los padres son los únicos que estarán incondicionalmente presente para ellos.  Necesitamos explicar desde la infancia que los padres dirán presente ante cualquier situación difícil pero si algún día eligen casarse, ese cónyuge dirá presente incondicionalmente también. De otra manera las nuevas generaciones crecen con una percepción equivocada de lo que Dios quiere para ellos. Desarrollan la mentalidad de que todo el que llegue a sus vidas les va a fallar "porque los únicos incondicionales son los padres". De paso esto los lleva a vivir sin la expectativa de que Dios tiene a alguien diseñado para el o ella para toda la vida y que esa persona debe ser capaz de dar hasta la vida por ellos. Sus hijos deben crecer con el conocimiento y la confianza de que una vez se casen ellos se deben convertir en la prioridad de la vida de su cónyuge; que vale la pena esperar por ese alguien!!! Probablemente sin darte cuenta tus palabras, a tus hijos que todavía viven bajo tu techo, forman ideas erróneas de lo que como adultos deben estar seguros que MERECEN. Este es uno de los grandes retos que vive la sociedad hoy, el como proyectar y enseñar a las próximas generaciones lo que verdaderamente Dios ha diseñado para ellos dentro del matrimonio. Padres que me lees, no permitas que por el miedo de lo que ves en la sociedad y de que un día el matrimonio de sus hijos se rompa, te lleve a constantemente repetirles que ustedes son los únicos que incondicionalmente estarán ahí para ellos, porque sin darte cuenta, esto puede ser la razón por la cual sus hijos crezcan y luego no sepan lo que se merecen y a quien deben escoger como esposo o esposa. 

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Desde que nos casamos Dios nos separa, nos provee un territorio, independencia y autoridad nueva. En otras palabras venimos a ser una familia, hogar y reino nuevo. Tenemos la autoridad de crear y formar un linaje totalmente limpio. Ahora bien, ¿cómo será tu nuevo reino?, esa es tu decisión. Cuando queremos que algo funcione, usualmente, buscamos las instrucciones de quien lo creó para obtener los mejores resultados. Yo recomiendo buscar al creador del matrimonio para que nos vaya bien en nuestro camino.

La palabra de Dios nos enseña que desde el principio El nos creó semejantes a El mismo. Cabe destacar que nuestro Dios es un Dios trino. En su reino gobierna Dios junto a su hijo y el Espíritu Santo. Al igual que el Reino de Dios, nuestra casa es un reino trino. En éste gobiernan Dios, el esposo y la esposa.

Recuerda que este territorio ahora te pertenece a ti y la responsabilidad de preservarlo es tuya. Es necesario que, al igual que Dios, mantengas tu Reino Unido para siempre.

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¡No permitas que NADA divida tu reino!

Usualmente el trabajo, familiares, amistades, son muchos de los componentes que, si no tienes cuidado, podrían traer división a tu matrimonio. Pero una de las causas que aveces pasamos por alto es la iglesia. Hoy quiero compartir contigo una de las grandes lecciones que Dios me a enseñado. Tú que me lees, que estas asistiendo a la iglesia, que estas buscando que Dios restaure tu matrimonio; si tu espos@ no quiere tener nada que ver con la iglesia no l@ obligues. Continua tu búsqueda GENUINA por Dios a través de la oración, su palabra, obediencia, en fin, de todas las formas que no traiga división a tu casa. En este proceso continua caminando firme y en obediencia a la palabra de Dios. Toda decisión alineada a la palabra de Dios va a provocar bendición de Dios sobre tu casa. En poco tiempo verás como ésto es más eficaz que los reclamos y peleas porque no quiere ir a la iglesia contigo. ¡Deja que Dios comience a trabajar contigo primero! Recuerda que todo cambio que Dios hace en ti en visible ante tu cónyuge y todo el que te rodea. Tu testimonio dice más que mil palabras. Camina alinead@ a Dios, espera y en poco tiempo verás a tu amad@ acercarse a la misma fuente de donde provino tu restauración.

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A menudo escucho muchos matrimonios hablar de su anhelo de comenzar una familia. De hecho, lamentablemente, he visto como matrimonios se desboronan hasta llegar al divorcio porque siguen en la gran espera de tener una familia. Por esta razón es urgente entender que el día que decidiste unir tu vida a tu esposo o esposa, ese día, Dios te entregó tu familia. Tu familia comenzó el día que dijiste, SÍ ACEPTO. La familia no comienza con los hijos. Cuando logremos crear conciencia de la verdadera definición de FAMILIA, ese día, verás a tu esposo o esposa con la indispensabilidad que corresponde. Habrán conyuges con un sentido de importancia hacia el otro inquebrantable. ¡Podrán llamarse familias indestructibles! El día que nuestra sociedad entienda este principio, verán a los hijos dentro del marco de Dios, como bendición y herencia de Jehová (como nos enseña la Biblia). No como un motivo decisivo para cumplir o no con el pacto que hicimos con nuestro cónyuge y con Dios. Es entonces cuando veremos más FAMILIAS estables, fuertes y preparadas para EXTENDER su familia, su hogar, su casa, su reino (de la manera que Dios decida extenderlos). #ReinoUnido

Es correcto orar por nuestros seres amados cuando anhelamos ver cambios en ellos. Ahora bien, es de aun más urgencia y de suma importancia ser lo suficientemente valiente para pedirle a Dios que cambie lo que tenga que cambiar en uno mismo. Esto es muy necesario para que nuestro carácter y hábitos incorrectos no se interpongan con lo que Dios esta haciendo en los demás. Atrévete a ser honest@ contigo mism@ y entrégate en las manos de Aquél que puede transformarte y cambiar la mala conducta que ni tu mism@ has logrado identificar pero esta perjudicando el plan de Dios para tu vida y la vida de tus seres amados. Necesitamos llegar a los pies de Jesús. 

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Es importante analizar bien los deseos de tu corazón. La palabra enseña que el corazón puede ser engañoso. Enfócate en el propósito de Dios para tu vida. Empéñate en conocer, obedecer y poner tu corazón y confianza en la palabra de Dios, en lo que Dios dice que es bueno para ti. Busca organizar tu reino, tu hogar, en el orden correcto y recibirás revelación y claridad de lo que realmente es importante. Provocarás la bendición de Dios sobre ti. Lograrás finalmente experimentar y sumergirte en la verdadera felicidad, que no es más, que vivir cada promesa que Dios te ha hecho y caminar en lo que Dios ya determinó que realmente trae felicidad a ti y a los tuyos. Él te conoce más de lo que tu mismo crees conocerte.

¡Cuidado! No dividas tu reino por deseos y sueños, que puestos en las manos de Dios, se cumplirán en su tiempo perfecto.....PORQUE DIOS NO SE OLVIDA DE SUS FIELES!!! 

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Muchas veces nosotras las esposas anhelamos que nuestro esposo sea valiente, sacerdote de nuestra casa, el que nos proteja, el que nos dirija, en fin, el que nos brinde descanso. Pero, en ocasiones, no nos damos cuenta que somos nosotras mismas las que impedimos dicho desarrollo en la vida de ellos. Muchas veces esto sucede por el temor a las malas decisiones que puedan tomar, basándonos en experiencias del pasado. Ahora bien, cuando nosotros decidimos emprender una nueva vida en Cristo y queremos que todo en nuestra casa cambie, vamos a necesitar atrevernos a confiar nuevamente. Pero esta vez será diferente, en esta ocasión en vez de confiar en tu esposo, lo harás confiando en el Dios a quién ahora estas sujeta. ¡Esto hace una gran diferencia! Ahora tu confiarás respaldada del Dios a quién le has entregado tu vida, tu hogar y todo el control. Confiarás en que solo Él será tu provisión cuando las cosas no salgan como planeaban. Detrás de cada esposo seguro de sí mismo, hay una esposa que brindó confianza y respaldo en momentos de incertidumbre, aún cuando sabía que el resultado podría ser complicado. Yo lo viví, yo pasé por el proceso, y hoy gozo la bendición de tener a un esposo en casa en quien encuentro descanso y seguridad. Aunque en momentos de nuestras vidas tengamos que vivir resultados difíciles, el haber brindado confianza y respaldo abre camino al diálogo de "que podemos hacer diferente la próxima vez para obtener un resultado mejor", dejando a un lado los fuertes disgustos y discusiones que no nos llevan a ningún lado. Incluso, en este tiempo de crecimiento el esposo concientiza la gran responsabilidad que tiene en sus hombros y de la gran mujer que lo apoya incondicionalmente. Esposa que me lees, provocarás en tu Esposo que logre dejar el temor atrás y que se atreva a tomar riesgos y decisiones con más frecuencia. La esposa que confía y respalda a su esposo en oración y agarrada de Dios obtendrá la satisfacción de vivir libre de preocupaciones y disfrutar de un verdadero líder en su propia casa. Es hora de dejar "la pelea", y reemplazarla con la oración y verdaderamente permitirle a tu esposo lo que tanto anhelas.....SER UN HOMBRE QUE TOME DECISIONES Y TENGA INICIATIVAS. 

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¿Sientes que todavía hay algo que continua limitándote? Esta puede ser tu solución. Decide perdonar y amar como Dios nos perdona y nos ama día a día. NO ESPERES, porque quizás LUEGO es muy TARDE. No mires quién hizo algo contra ti para decidir si perdonas o no. Muchas veces tenemos discusiones o diferencias con distintas personas fuera de nuestro hogar y tomamos en consideración la relación que tenemos con cada cual para decidir si se merecen nuestro perdón o no. Generalmente, si  la situación es con nuestros padres, ya a los varios días olvidamos lo que pasó y seguimos tratándolos y relacionándonos con ellos como de costumbre. Por otro lado, si la diferencia es con una amiga, un tío, un primo y ni hablar de la suegra, entonces ponemos en una balanza si la persona merece que los perdonemos o no. Esto sucede porque en muchas ocasiones consideramos lo que estas personas han hecho por nosotros o cuanto nos han dado para determinar si es necesario perdonarlos o si es mejor ignorar la situación y a la persona que nos lastimó. Juzgamos los roles en las relaciones para decidir cuánto amor o perdón la persona merece de nuestra parte. Para poder crecer en esta área de nuestras vidas y experimentar verdadera libertad en nuestro interior tenemos que entablar una relación con Jesús y conocer lo que El nos enseñó sobre este tema en particular. Debemos tomar la decisión que tomó Jesús cuando fue a la cruz. El decidió perdonar, sin conocernos, sin tener un vínculo con nosotros, sin muchos de nosotros haberlo aceptado, sin nosotros merecerlo y siendo nosotros totalmente culpables. Decidamos ejercer el amor y el perdón, ambos son verbos por ende no dependen de absolutamente NADA NI NADIE para DECIDIR brindarlo. Debemos preguntarnos, ¿mereceremos amor, perdón, misericordia y gracia de parte de Dios? ¡Y cómo nos encanta recibir de todo esto a diario! Decidamos ver a los demás como ya Dios nos ha visto a nosotros. 

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Dios nos llama a ser cuidadosos al momentos de tomar decisiones en nuestra propia vida, ya que esto determina un ¨standard¨ o un nivel de cuanto nos amamos a nosotros mismos. ¿Porqué esto es importante? Antes de lograr amar a otros correctamente tenemos que lograr amarnos a nosotros primero. La Biblia enseña que el mayor mandamiento de todos es  "...amarás a tu Señor con todo tu corazón, alma y mente....y a tu prójimo COMO A TI MISMO". Muchas veces leemos este mandamiento y pensamos en cuanto debemos amar a Dios y en que Dios nos exige a amar a los demás. Pero es importante que nos demos cuenta que en este mismo verso, Dios nos llama a autoanalizarnos, nos pide que identifiquemos el nivel de amor propio porque es este nivel el que determinará cuanto y como vas a amar a otras personas. En otras palabras, a la medida que tu te ames, amarás a tu prójimo. Si no nos amamos lo suficiente para tener cuidado con lo que elegimos para nuestras propias vidas, ¿Cómo podremos amar a otros de forma correcta y exitosa? ¿Cómo podremos tomar buenas decisiones para la vida de aquel o aquella que decimos amar?  Cuando tomas decisiones que terminan lastimándote no has alcanzado valorarte y amarte a ti mismo ni al que con tanto amor te creó, y como consecuencia jamás podrás cumplir con el mandamiento principal. En fin, cuando eres descuidado o descuidada con las decisiones que tomas para ti mismo no estas honrando ni amando a Dios, no te amas a ti y será difícil amar a otros. Pidamos a Dios que nos ayude a vernos como El ya nos ve, de modo que comencemos a vernos con el valor genuino que Dios ya nos a otorgado y desarrollemos la capacidad a tomar decisiones sabias para nuestra propia vida y la de nuestros seres queridos. Este es el comienzo de una verdadera restauración,

amar a Dios, lograr amarnos, para poder amar a otros. 

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